domingo, 05 de julio de 2009
Juventud Rebelde
A pesar de la violenta represión policial-militar con disparos de fusiles de asalto y bombas lacrimógenas, el pueblo dispersado por el artero ataque en el aeropuerto de Toncontín se está reagrupando, se mantiene en el lugar en espera del presidente Manuel Zelaya, y no pocos testigos dicen a las cadenas televisivas que seguirán allí porque no tienen miedo.
Se reportan al menos dos personas muertas y varios heridos y también agredieron a los grupos de prensa que transmitían desde la Terminal aérea tomada militarmente desde el primer día del golpe de Estado, pero reforzadas desde el sábado y mucho más este domingo.
Eduardo Sivera, enviado especial de TeleSur, reportó que la fuerza militar comenzó a disparar contra los manifestantes que se mantenían de manera pacífica en las cercanías del aeropuerto.
Testigos, en comunicación telefónica con la cadena televisiva, aseguran que los militares prepararon una emboscada y por eso los dejaron acercarse para luego iniciar la represión.
Los manifestantes se replegaron en un primer momento y luego avanzaron e iniciaron la organización para enfrentar la represión. Además aseguraron que no se rendirían. Según Sivera, los gases lacrimógenos no paran.
Por su parte, Adriana Sívori, corresponsal de Telesur en Telegucigalpa, informaba que se dice que uno de los heridos es un niño, pero esto no está confirmado. Los tiros se siguen escuchando y el helicóptero militar sigue sobrevolando la zona, mientras ambulancias entran y otras dos han salido del área.
Las fuerzas especiales están desplegadas en la misma pista y apuntan directamente contra los manifestantes, asegura la periodista.
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