MANUEL ZELAYA UN SUPER LIDER LATINOAMERICANO Y DEL MUNDO

El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, intentó regresar esta tarde a su país por vía terrestre desde el poblado nicaragüense “Las Manos”, a pocos kilómetros de la frontera hondureña y a unos 70 de la capital Tegucigalpa.

El mandatario aseguró que "voy a estar en la frontera el tiempo que sea necesario. Mi familia está retenida en el poblado El Paraíso. Le agradezco la solidaridad de la comunidad internacional pero aquí se está sometiendo a un pueblo con 27 días de estado de sitio".

Zelaya, quien es acompañado por el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, por el ex guerrillero sandinista Edén Pastora y por unos 40 periodistas locales y extranjeros, destacó que "llegue a la frontera sin ningún tipo de seguridad por parte de las autoridades de Nicaragua".

Este mediodía, ante la inminencia del arribo de Zelaya, el presidente golpista Roberto Micheletti anunció el estado de sitio en las zonas de frontera. La decisión provocó que militares y policías hirieran con balas de plomo a dos personas tras atacar con disparos y gases lacrimógenos a unos 4.000 manifestantes que marchaban hacia la Aduana, a la salida del pueblo de El Paraíso, para recibir al presidente depuesto.

Según periodistas de la cadena de noticias CNN, la policía cercó a la multitud y un tercer grupo de efectivos se desplegó en las calles que rodean el pueblo.

Los corresponsales precisaron que la manifestación estaba constituida por familias enteras, hombres, mujeres y niños, desarmados, algunos de los cuales contestaron con piedras el ataque de las fuerzas de seguridad.

Zelaya había denunciado esta mañana restricciones a hondureños que intentaron llegar hasta la frontera con Nicaragua. El derrocado mandatario reiteró su llamado a los militares de su país para evitar violencia. Insistió, dirigiendose a las fuerzas armadas, "que rectifiquen" y a los soldados y oficiales les pidió "contribuir con el futuro del país y no destruirlo".

Además, el presidente depuesto reveló que en las últimas horas conversó telefonicamente con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, con varios presidentes y cancilleres latinoamericanos que lo llamaron preocupados por la situacion en Honduras y lo invitaron a visitar sus países.

Consultado sobre la advertencia del gobierno e facto de que podría detenerlo si cruza la frontera, Zelaya respondió: "No tengo ningún temor, aunque sé que estoy en riesgo, pero estoy dispuesto a hacer el sacrificio".

En Tegucigalpa, las Fuerzas Armadas de Honduras manifestaron que no se responsabilizan de la seguridad de Zelaya y rechazaron que su cúpula militar pueda atentar contra el mandatario una vez que ingrese a suelo hondureño el fin de semana.