El presidente depuesto Manuel Zelaya llegó este viernes al puesto fronterizo de Las Manos, entre Nicaragua y Honduras, con la intención de penetrar en territorio hondureño, constató una periodista de la AFP.
Zelaya estaba a escasos metros de la aguja que determina los límites fronterizos de los países rodeado de decenas de manifestantes hondureños que coreaban "Viva Mel".
Su canciller, Patricia Rodas, señaló a la AFP que se va a reunir con los sectores sociales para "tomar las decisiones" de proseguir con su empeño de entrar en Honduras, donde la justicia ha dictado orden de captura en su contra.
Del otro lado de la frontera, en terreno hondureño, varios centenares de seguidores trataban de romper el imponente cerco militar y policial para recibirlo.
El departamento de Estado de Estados Unidos recomendó a Zelaya que no regrese a Honduras. "¿Qué puede hacer una persona que ha sido exiladio? Los militares tienen miedo al pueblo. Tengo derecho de buscar mi casa, mi familia y atender mi mandato", reaccionó Zelaya, durante una llamada telefónica con la televisora CNN en español.
"La diplomacia tiene límites (...) Pero parece que los militares se sienten protegidos por alguien a pesar de que la comunidad internacional los ha aislado", dijo Zelaya a la reportera Glenda Umaña, de CNN.
"Cometerían un grave error si me apresan", comentó el depuesto mandatario sobre las intenciones del gobierno hondureño proclamado por el congreso.
Sobre el plan de negociación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, el hondureño expresó sus puntos en desacuerdo: "En la prouesta de Arias sólo nosotros estábamos cediendo, a los golpistas les ofrecían amnistía, perdon, puesto, un premio por dar un golpe", declaró.
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