En un mes que cumple el Goriletti al frente del gobierno de facto en Honduras, no ha podido todavía controlar la situación en el país centroamericano. La resistencia popular se lo ha impedido desde el mismo momento en que los militares irrumpieron por la fuerza en la Casa Presidencial y expulsaron de Tegucigalpa al legítimo presidente José Manuel Zelaya Rosales, el 28 de junio pasado.
El pueblo, crecido ante la represión golpista, sigue demandando el retorno del mandatario constitucional y denuncia las violaciones que comete el gabinete usurpador.
"El gobierno decreta toque de queda todos los días y esa es la excusa para detener a los defensores de la democracia. No solo están deteniendo arbitrariamente a las personas, sino que ya contabilizamos 184 de-saparecidos", dijo el coordinador de Liga Campesina en América Central, Rafael Alegría, en una entrevista con el diario brasileño O Globo.
Se conoció que los dirigentes indígenas Berta Cáceres y Salvador Zúñiga fueron arrestados por las fuerzas armadas en el oriental departamento hondureño de El Paraíso, cuando trataban de llegar por caminos de montaña a la frontera con Nicaragua, reseña PL.
No obstante, los grupos de seguidores del presidente Zelaya continúan desafiando a los golpistas y evaden obstáculos y retenes militares sobre la carretera.
En dichos retenes hay atrapadas más de 5 000 personas a las que se les ha impedido el traslado de ayuda humanitaria por parte de las fuerzas armadas.
Por otra parte, Zelaya negó que viajaría a Washington a encontrarse con la secretaria de Estado, Hillary Clinton: "No voy a dejar abandonado a mi pueblo", afirmó en Ocotal, cerca de la frontera con Nicaragua, de acuerdo con el reporte de Telesur.
El mandatario, quien lleva ya cuatro días en esa zona limítrofe, denunció que el gobierno de facto trata de cambiar su estrategia y que han decidido eliminarlo, para lo cual podrían estarse entrenando sicarios (matones a sueldo).
Mientras, los maestros y profesores hondureños prosiguieron este lunes un paro general que pretenden extender hasta la derrota de los golpistas y la restitución de Zelaya.
La decisión fue ratificada en una asamblea por la Federación de Organizaciones Magisteriales (FOMH), confirmó Eulogio Chávez, uno de los líderes de los seis gremios del sector.
La medida se suma a los acuerdos de las otras fuerzas del Frente Nacional contra el golpe de Estado adoptados para incrementar la resistencia pacífica hasta lograr el restablecimiento del estado de derecho.
Por su parte, el Congreso de facto, que ha sesionado pocas veces desde el 28 de junio, fue citado luego de que el jueves Micheletti remitiera a los demás poderes del estado el plan mediador de Oscar Arias, presidente de Costa Rica, cuya propuesta "será difícil suscribirla", en tanto las Fuerzas Armadas hondureñas alegan que el proceso de diálogo no implicaba aceptar que vuelva Zelaya.
La diferencia en las declaraciones de los militares y el gobierno de facto podría estar dirigida a atenuar las protestas populares, que se profundizan desde que el jueves Zelaya llegó a la región fronteriza desde Nicaragua para intentar ingresar a Honduras.