La oposición obtiene una victoria histórica en Japón
La oposición obtiene una victoria histórica en Japón
por DIANA AKAR
ROBERTO GONZÁLEZ
PRENSAMÉRICA
El Partido Democrático de Yukio Hatoyama ha obtenido 308 de los 480 escaños de la cámara y acabará con 55 años de Gobierno del Partido Demócrata Liberal casi ininterrumpidos
El Partido Demócrata Liberal (PLD) ha sufrido una histórica derrota en las elecciones legislativas de Japón tras 54 años de Gobierno casi ininterrumpido. Le tomará el relevo el centroizquierdita Partido Democrático de Japón (PDJ), gran vencedor de estos comicios con una amplia mayoría absolita. El PJD de Yukio Hatoyama tendrá en la próxima legislatura 308 los 480 asientos del Congreso frente a los 112 que tenía en el anterior periodo.
Por detrás se quedan el PDL del primer ministro, Taro Aso, con 119 escaños, muy lejos de los 303 que tenía en la anterior legislatura. La tercera fuerza será el Nuevo Komeito, socio del PLD en la anterior legislatura, aunque también ha acusa el desgaste de su coalición de Gobierno y se queda sólo con 21 escaños frente a los 31 que tenía.
Los principales líderes del partido opositor han recibido ya los sondeos y los primeros resultados con la tradicional reverencia de agradecimiento empleada en Japón y con las manos en alto. Minutos después, han llegado los aplausos y los gritos de "banzai" (larga vida, en japonés) que confirmaban una victoria largamente pronosticada por todas las encuestas. En sus primeras declaraciones, Hatoyama se ha referido a los resultados como "la victoria del pueblo".
Las reacciones tampoco se han hecho esperar entre los liberales. El primer ministro saliente y líder del PLD, Taro Aso, ha anunciado que dejará su posición al frente del partido con la mayor brevedad posible.
Los colegios electorales han cerrado sus puertas a las 20.00 hora local (13.00 en España). Unos 104 millones de japoneses estaban llamados a votar. La participación a las 18.00 hora local (11.00 hora española) era cercana al 50%. Además, 14 millones de votantes ejercieron su derecho a voto de manera anticipada. Todas las encuestas divulgadas hasta el sábado ya auguraban una humillante derrota de los conservadores. De 303 escaños a poco más de 100, según estas mismas encuestas.
Yukio Hatoyama, líder del Partido Democrático y gran triunfador de estos comicios, tiene 62 años y se ha presentado a las elecciones con un programa reformista centrado en al necesidad de "cambio" que aboga por reducir el poder de la burocracia nipona.
Por otra parte; aunque los japoneses votaron este domingo por el fin del reinado de la derecha en la vida política, pero al nuevo gobierno centrista le esperan desafíos colosales para poder cumplir sus promesas de metamorfosis social, señalan los analistas.
"Asistimos a una transformación radical de la vida política japonesa", estima Hideo Otake, profesor de ciencias políticas en la Universidad de mujeres de Doshita.
El Partido Demócrata de Japón (PDJ, centro) triunfó este domingo en las elecciones legislativas obteniendo unos 300 escaños sobre los 480 de la Cámara de Diputados, un golpe terrible para el Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) en el poder, que tendrá que conformarse con un centenar de escaños.
"Es la primera vez que el jefe de la oposición conquista el puesto de primer ministro derrotando al partido en el poder en las urnas desde 1955, fecha en la que el PLD inició su reinado casi ininterrumpido de más de medio siglo en Japón", recuerda Otake.
En todo ese tiempo el partido conservador sólo fue apartado del poder durante diez meses en 1993-1994 por una coalición de formaciones opositoras, pero aún así seguía siendo la principal fuerza parlamentaria y pronto tomó de nuevo las riendas.
Esta vez, por el contrario, la derecha quedó reducida al mínimo frente al PDJ de Yukio Hatoyama, que será dentro de poco primer ministro con una mayoría sólida.
Este terremoto político se produce veinte años después de la caída del muro de Berlín, que puso fin al careo entre el PLD y los movimientos de izquierda de la Guerra Fría, y diez años después de una reforma electoral que, al privilegiar el voto nominal, permitió el nacimiento del bipartidismo.
Sin embargo esta victoria no es más "que el principio de un camino con baches para el PDJ", en un momento en que Japón sufre un nivel de desempleo sin precedentes e intenta salir de la recesión, advierte Hiroshi Hirano, politólogo de la Universidad Gakushuin.
"El país necesita cambios radicales, pero el PDJ no ha dado por el momento su punto de vista sobre el futuro de Japón", explicó Takehiko Yamamoto, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Waseda.
Su programa se basa en un refuerzo de los subsidios sociales, familiares y de jubilación, financiándolos mediante una "caza al despilfarro" en los gastos públicos. Unas promesas consideradas irresponsables por el PLD.
"El PDJ se verá confrontado al problema del endeudamiento" de Japón, equivalente a un 170% de su Producto Interior Bruto, según Yamamoto.
Una situación agravada por el envejecimiento de la población, que podría pasar de 128 millones a unos cien millones en 2050.
Hirano está convencido de que distribuir ayudas a las familias con hijos, como prevé el PDJ, no bastará.
"Habrá que esbozar una estrategia para crear empleos estables" ya que la precariedad laboral disuade a los jóvenes de procrear, explica.
En el plano internacional, el PDJ se ha comprometido a aplicar una política más independiente de Estados Unidos, su aliado y protector con 47.000 soldados en el archipiélago.
"Es más fácil de decir que de hacer, sobre todo porque no hay consenso sobre este tema dentro del PDJ", un mosaico de pacifistas y nacionalistas, destaca Sadafumi Kawato, de la Universidad de Tokio.
Además, aunque el PDJ manifestó su intención de acercarse a sus vecinos asiáticos, no tendrá más remedio que vérselas con una China que pronto lo desbancará como segunda potencia económica mundial.